Sin lugar a duda que el paso del compañero Luis Anderson por la ORIT marca un hito en la historia de la organización. La cual fue fuertemente cuestionada, en su momento ante su lineamiento político y el verdadero significado de lo que representa en la práctica una verdadera autonomía.

Un profundo debate era necesario para definir el verdadero rol del movimiento sindical y su vínculo con la sociedad.
La elección de Luis marca una pauta importante en ese debate. Con él se inicia una fuerte discusión tanto en congresos, foros y sesiones del ejecutivo, en donde se definieron nuevos programas educativos que surgieron como consecuencia de las propuestas contenidas en los documentos centrales denominados: Los Nuevos Rumbos del Sindicalismo y El movimiento Sindical Socio Político.

Con la caída del Muro de Berlín, el equilibrio geopolítico en la OIT se desvanece y se cuestiona su carácter normativo. Plantean en todo su esplendor una nueva visión sobre la economía global, que impacta salvajemente el mundo del trabajo.

La ORIT, bajo el liderazgo del compañero Anderson fue definiendo su postura y acciones de movilización en el Continente, en contra de este fatídico planteamiento. Se destacan entre estos, las Cumbres de los Pueblos con la participación de todos los sectores de la sociedad. Además de importantes reuniones con los organismos internacionales, tales como: Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.

El ataque a la libertad sindical fue feroz. En el caso Costa Rica nos respaldó en todo momento con su presencia en el país para reunirse con autoridades de gobierno. Nos acompañó en nuestras denuncias ante la OIT. La frase “moriré y ustedes no habrán alcanzado la libertad sindical”, dicho en una actividad del Sindicato de Trabadores y trabajadoras de la Educación, es realmente lapidaria, porque aun quince años después de su muerte, esta lamentablemente situación sigue latente.

Por igual condenó y luchó tanto contra la dictadura de derecha de Pinochet, así como, contra el régimen déspota de izquierda de Hugo Chaves. Falleció precisamente en Venezuela donde la ORIT mantuvo la sede, en respaldo a su afiliada, la Confederación de Trabajadores de Venezuela.

Luis sigue presente porque siempre fue el compañero y amigo que compartió social y sindicalmente con todos y con quien disfrutamos lo mejor de su amistad, a pesar que a veces apenas unos instantes antes, hubiéremos tenido una fuerte discusión sobre aspecto sindicales. Era un verdadero demócrata y fiel a sus principios.

Nos resta decir que el compañero Anderson tiene un sitio de honor al lado de los grandes líderes sociales y sindicales. Su memoria perdurará para siempre en el corazón de los sindicalistas. Su más grande legado es haber impregnado el respeto y autonomía plena a su organización, la ORIT.

Gilbert Brown Young.

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